Por Mercedes Rodríguez
Un entorno de trabajo saludable es aquel en el que trabajadores y líderes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del ambiente de trabajo en base a los siguientes indicadores:
• La salud y la seguridad relacionada al espacio físico de trabajo.
• La salud, la seguridad y el bienestar relacionadas al medio psicosocial del trabajo, incluyendo la organización y la cultura del ambiente de éste.
• Los recursos de salud personales en el espacio de trabajo.
• Las formas en que la comunidad busca mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad.
Cuando los empleados están enfermos, la productividad en el trabajo desciende. Si el empleado enfermo no puede ir al trabajo, se generarán costos relacionados con el ausentismo. Y si el trabajador acude al trabajo, a pesar de estar enfermo, se produce un fenómeno recientemente denominado “presentismo”, y la productividad se resiente.
El bienestar laboral está orientado a mejorar el clima de las empresas y mantener la energía en los equipos de trabajo. Además, permite darle variedad a la rutina y la cotidianidad, promueve la integración entre los colaboradores y reconoce la contribución de las personas.
En conclusión, las condiciones laborales pueden mejorar la salud del trabajador, y a su vez, esta buena salud mejora las condiciones de trabajo.