El término en inglés “meal prep” se refiere a planificar y preparar tus menús con anticipación, para toda la semana e idealmente para toda la familia, ahorrando así tiempo, dinero y ganando en salud.

Por. Mercedes Rodríguez

Algunos de los mayores enemigos de nuestra alimentación son la falta de tiempo, la pereza y la desorganización ¿qué más añadirías tú?

El término en inglés “meal prep” se refiere a planificar y preparar tus menús con anticipación, para toda la semana e idealmente para toda la familia, ahorrando así tiempo, dinero y ganando en salud.

Conoce algunos elementos que requieres para poner el meal prep en marcha:

  • Planifica el menú: sabes los gustos de quienes están en casa o pueden diseñar el menú en familia (esto ayuda a mayor aceptación de quien tiene niños, claro ellos dan ideas y tú las adaptas para beneficio de su salud)), tener el menú te permitirá comprar con tiempo lo que necesitas y tener todo listo para lograr lo que te propongas.

  • Hacer la lista de súper: tener a la mano lo necesario para preparar y servir el menú planeado, es básico para no gastar doble ni dejar nada pendiente para otro día de la semana. Hacer compras planificadas te ayuda a comprar las cantidades necesarias para disminuir el desperdicio de comida.

  • Elegir y cumplir con un día especial para cocinar: no importa el día, busca bloquear ese espacio en tu agenda y procura involucrar a los demás integrantes de la familia para que sea una forma de convivir y trabajar en equipo, también podrá ser un tiempo destinado a escuchar un Podcast, música o hacer una llamada con amigos. Saber que dedicas tiempo a la cocina, disminuye el estrés por querer mejorar tus hábitos, ya que siempre estarás preparad@.

  • Decide qué platillos preparas por completo y cuáles dejas semipreparados (tal vez algo que se debe asar en el momento o mezclar los ingredientes de otros), para prácticamente servir y calentar en la mayoría de los casos. Así no habrá pretextos para disfrutar del sabor casero y más natural de la comida.

  • Guarda en refractarios: si es para llevar a la oficina, guárdalos por día de la semana, si es para comer en casa, puedes optar por platillo y sacarlo para la hora de comer.

  • Refrigera todo lo que sea fresco y vayas a utilizar en los próximos días y congela aquello que podrás usar en próximas semanas. Conoce la mejor forma de conservar los alimentos en casa para que estén como recién preparados el día de la comida.