La administración del tiempo ya no es suficiente para lograr un equilibrio y un éxito duraderos.

En lugar de centrarnos en la gestión del tiempo, debemos aprender a gestionar nuestra energía. La energía humana se divide en cuatro dimensiones: física, emocional, mental y espiritual. Cada una de estas dimensiones desempeña un papel crucial en nuestro desempeño y bienestar general.

Debemos aprender a administrar nuestras energías físicas a través de una buena alimentación, ejercicio regular y “descanso” adecuado.

Enfatizar en la importancia de cuidar nuestra energía emocional, reconociendo y gestionando nuestras emociones de manera saludable. Pensar más positivamente y dejar a un lado el perfeccionismo.

En cuanto a la energía mental, debemos aprender a enfocarnos en una tarea a la vez y evitar la multitarea; ya que esto puede agotar nuestra energía mental y hacernos poco productivos.

El punto medular para administrar nuestra energía, se basa en la importancia de tomar descansos regulares para “recargar” nuestra energía mental. Hagamos lo mismo que hace nuestro corazón, trabaja y descansa.

¿Haces pausas para recagar tu energía?

Al administrar nuestra energía de manera efectiva, podemos lograr un mayor rendimiento, una mejor salud y una mayor satisfacción en todas las áreas de nuestra vida.