Los fines de semana son la oportunidad para hacer todo lo que no logramos hacer durante los días laborales, de ti depende que enfoque le das.
Los fines de semana son la oportunidad para hacer todo lo que no logramos hacer durante los días laborales, de ti depende que enfoque le das.
Sin duda de lunes a viernes tenemos más marcada nuestra rutina, nos despertamos a una hora determinada para iniciar nuestra jornada laboral, una hora específica para nuestra comida e idealmente para finalizar la jornada y dedicarnos a nuestras actividades personales como ejercicio, preparar nuestras comidas, tareas de los hijos, etc. Pero los fines de semana cambia esa rutina, estas son algunas de las acciones que puedes recomendar a tus colaboradores para tener fines de semana en equilibrio.
- Evitar ayunos, no te vayas a los extremos de hacer 2 comidas fuertes al día. Es normal despertarnos tarde, pero evita esperar horas para desayunar, si quedaste de hacerlo en familia, come un ligero snack para no llegar con tanta hambre al desayuno. Lo mismo con la comida, al haber desayunado tarde, el horario de la comida se recorrerá, incluye una botana saludable para lograr cuidar las porciones a la hora de la comida, elige sin hambre.
- Aparta un horario específico para hacer ejercicio, puede ser una clase o propón actividades en familia o amigos que impliquen estar activos como ir a caminar al parque o un paseo a la montaña.
- No descuides tu hidratación, es común que el fin de semana intercambies el agua por refrescos, jugos o aguas de sabor. Llena un termo de agua simple y mantenlo cerca de ti para recordarte tomarla, se vale tomar 1 vaso de otras bebidas azucaradas, disfrútalo ya que son de manera ocasional.
- Descansar, aprovechar para dormir un poco más y recuperarnos del agotamiento físico y mental de la semana, aunque también podemos descansar viendo una película, meditando, leer, escuchar música o un buen baño con agua tibia.
- Las comidas familiares, investiga el menú, ofrece llevar una botana, guarnición o platillo que complete el menú para que esté balanceado e incluya todos los grupos de alimentos. Sírvete un poco de todo y disfruta. Continúa con tu día normal y escucha a tu cuerpo en señales de hambre y/o saciedad.