Por Laura López Portillo
El término de slow food se basa en la práctica de comer conscientemente para así poder disfrutar de nuestros alimentos. Relacionarnos con la comida desde un punto más consciente utilizando nuestros cinco sentidos nos ayuda a tomar mejores elecciones, como por ejemplo enfocarnos en consumir productos naturales, locales, de temporada y respetar el proceso propio de los alimentos. Observar nuestra alimentación y cuerpo sin juicio a través de nuestros sentidos, nos ayuda a reconectar con nuestras necesidades y señales básicas fisiológicas.
Pero ¿Cómo comenzar a comer con mayor conciencia?
- Reflexiona sobre el origen de tus alimentos. Si son naturales, de temporada, locales, cuánto viajaron, etc.
- Antes de comer valora tus niveles de hambre, en una escala del 1 al 10. Adecua las porciones según tu hambre.
- Cuestiona qué necesita tu cuerpo antes de comer, incluso antes de preparar tus alimentos.
- Usa tus cinco sentidos durante la comida para conectar con tu alimento. Describe mentalmente olores, textura, temperatura, sabores, sonidos, colores, sensaciones corporales, etc.
- Realiza pausas para valorar tu nivel de saciedad.
En momentos comemos por ansiedad, tristeza, enojo, felicidad, etc. El comer es una manera que utilizamos tratando de lidiar con las emociones, aunque regularmente sólo nos genera culpa e incluso un mayor consumo. Es por esto por lo que comer con consciencia, tomando pausas y cuestionando el acto nos ayuda a tener una mayor conexión con nuestro cuerpo y sus necesidades.
Una manera de evaluar nuestra práctica de slow food es reflexionando al final del día sobre las acciones que tomaste alrededor de tus alimentos, cómo te hicieron sentir y si recuerdas qué comiste y cómo te sentiste.