Solemos creer qué comer en casa puede llegar a ser más tardado y complicado; sin embargo, una buena planeación y organización nos ayudarán a tener un proceso de alimentación mucho más ameno y práctico.

Consumir platillos elaborados en casa nos ayuda a aumentar nuestro consumo de productos naturales, locales y frescos, los cuales nos aportan diversos beneficios.

Recordemos que el término “alimentación” involucra desde la preparación de los alimentos hasta el momento cuando los consumimos. Por ello es recomendable hacer una buena planeación, para dedicar un día a las compras y otro día, o un tiempo específico, a cocinar.

En el tema de las compras, podemos incluir a los miembros de la familia, para que tengan mayor participación en su alimentación e integración. Del mismo modo, en el momento de cocinar pueden unirse para disfrutar juntos del proceso y valorar más aun los alimentos.

Un gran consejo es cocinar el fin de semana y congelar por partes, para que en el día a día únicamente tengas que descongelar y servir. Este método te ayudará a tener una mayor organización, sobre todo en días laborales, y podrás respetar mejor tanto tus horarios de comida como tus horas de trabajo, sin descuidar tu alimentación.

Algunos otros beneficios de comer en casa son: la creatividad que puedes usar para generar platillos con los productos que tienes, economizar, más integración familiar y dar mayor valor al alimento que fuiste transformando desde su compra.