Debemos de promover el consumo de bebidas no ultra procesadas ni con un contenido excesivo de azúcares.

Los refrescos y las bebidas azucaradas, en general, son fabricadas para ser agradables al paladar y despertar el gusto por sabores dulces e intensos, como ocurre con los refrescos y jugos. Sin embargo, tienen niveles altísimos de azúcar, sodio y calorías, lo que ocasiona que tomarlas sea perjudicial para la salud.

Se ha demostrado que un alto consumo de azúcares produce enfermedades como obesidad y enfermedades metabólicas. A pesar de estos riesgos, México se encuentra entre los países con una mayor ingesta de bebidas azucaradas por persona, aproximadamente 163 litros al año por persona. Aunque no todos los mexicanos las consumen, los que la consumen lo hacen en grandes cantidades.

Por lo que debemos de promover el consumo de bebidas no ultra procesadas ni con un contenido excesivo de azúcares. Es una realidad que estas bebidas son de muy fácil acceso y las encontramos en cada esquina de las ciudades, orientar sobre el daño a la salud promoverá que poco a poco vayamos disminuyendo su consumo. El agua simple, siempre será la mejor opción, pero para poder lograr una transición a una hidratación más natural hay varias estrategias que puedes promover con tus colaboradores.

  • Infusiones frutales
  • Tes de sabores sin endulzar
  • Agua de frutas sin añadir azúcar extra (elegir frutas de temporada para que aporten más sabor)
  • Agua mineral con gotitas de limón para la sensación de burbujas.