¿Azúcar o sustitutos de azúcar? Por Lourdes Toussaint González
Uno de los hábitos más comunes que tenemos los mexicanos es el alto consumo de azúcar, como nutriólogos buscamos cambiar esto para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Hay muchas herramientas para lograr hacer este cambio de hábito y los edulcorantes o sustitutos de azúcar son uno de ellos muy comúnmente utilizado. Se le llama edulcorante a cualquier sustancia que sirve para dar sabor dulce a un alimento. Dentro de los edulcorantes existen los de alto valor calórico, como el azúcar o la miel, y los de bajo valor calórico, que se emplean como sustitutos del azúcar. En ambos tipos existen edulcorantes naturales y artificiales.
Sustitutos de azúcar de uso personal
- Estevia
- Aspartame
- Sucralosa
- Sacarina
- Monkfruit
Sustitutos de azúcar de uso industrial
- Eritritol
- Maltitol
- Glicerol
- Xilitol
- Acesulfame k
- Y muchos más.
Sabiendo que hay una lista extensa de sustitutos de azúcar tanto naturales como artificiales, en Ingenia Nutrición, más allá de promoverlos o de prohibirlos, nos gusta darle mucha más importancia al hecho de ser consientes de lo que consumimos y de cómo nuestro cuerpo percibe y busca el dulzor en los alimentos, es decir, los sustitutos los podemos utilizar como un mecanismo de transición cuando estamos buscando disminuir nuestro consumo de azúcar, pero de nada sirve que yo quite el azúcar e incluya para todo los sustitutos, ya que nuestro paladar seguirá percibiendo señales de dulzor. Y realmente no estamos logrando un hábito saludable ya que el día que no tengas un sustituto a la mano, tu cuerpo con la necesidad de recibir algo dulce acudirá al azúcar.
Un primer paso podría ser cambiar del azúcar al sustituto de azúcar y poco a poco ir disminuyendo el consumo de estos hasta lograr disfrutar el sabor natural de los alimentos.
Una vez platicando en consulta con un paciente de Desafío de Peso sobre su consumo de azúcar, al mencionarle que lo ideal es que en algún momento lograra tomar su café de la mañana sin las 3 cucharaditas de azúcar y su respuesta fuera - Mejor ya no tomo café-. Fue un gran foco rojo de que ese paciente no disfrutaba del sabor y beneficios del café sino más bien del dulzor de una bebida caliente por la mañana. Cambiamos el enfoque en su tratamiento.